No es un jeroglífico que provenga del griego o el latín, tampoco es una clave secreta sacada de algún libro de Nostradamus, sino unas siglas que describen la situación de soledad de unos hombres en ciertos momentos de su existencia.
Debemos reconocer que hay una buena dosis de humor en el nombre de nuestra asociación. En honor a la verdad, hay que reconocer que fue a partir de los primeros encuentros de AFEC, que distintos hombres nos encontrábamos todo un largo e interminable fin de semana, solos y con los niños. Poco a poco comenzó esta especie de “asociacionismo”, unos se encontraban para comer juntos, otros para ir a cine a ver películas de acción (que no podían ver habitualmente) y otros simplemente para estar acompañados y hablar de sus experiencias. Poco a poco se fue desarrollando una actividad entre todos que nos llevó a esta asociación y alguien de forma anónima sugirió identificar nuestra actividad bajo el nombre de AVA, Asociación de Varones Abandonados.
Dicen que cuando un grupo de personas pasan por una experiencia similar se crean entre ellos lazos que les unen. Y ésta es ni más ni menos que nuestra experiencia. En el transcurrir de los meses y los años nuestra Asociación se ha ido fortaleciendo y creciendo en adeptos. Algunos nos tildan de secta, otros de locos, pero la verdad es que año tras año cada vez más son los hombres que disfrutamos de un fin de semana anual en compañía con otros para poder compartir y disfrutar de los principios y objetivos que nos unen.
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Otras versiones del significado:
Asustados? ¡Vamos, Anda!
Algunos Veteranos Audaces
Aspiramos a Volar sin Alas
A Veces Acertamos
Antes Vivíamos Arrastrados
Pero en definitiva:
Asociación de Varones que Avanzan
¿Cuál propones tú?
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